St. Patrick’s Day en Dublín
¿Quieres ser parte de la mayor fiesta de Irlanda? Será mejor que te asegures de estar en Dublín para el Festival de San Patricio. Es la segunda después de la Oktoberfest de Munich en cuanto a juerga con cerveza y atractivo turístico masivo. Los cinco días de fiesta irlandesa están repletos de todo tipo de diversión: conciertos en vivo, actuaciones callejeras, grandes desfiles e incluso algunas atracciones de feria. Oh, y también cerveza. Aunque puede que no sea tan auténticamente irlandés como algunas de las celebraciones locales que tienen lugar durante otras épocas del año, el Festival de San Patricio sigue siendo mucho más fiel a la herencia irlandesa que la barata Budweiser de color verde y las ropas cargadas de tréboles que ostenta con orgullo cualquier americano con una tatarabuela irlandesa. Además, puede descubrir la verdadera maravilla del Dublín histórico mientras está en la ciudad. Cada año, miles de personas llegan a la capital irlandesa para divertirse y disfrutar de las vistas y los sonidos del festival, ¿por qué no debería ser usted uno de ellos?
El Festival de San Patricio es una gran manera de disfrutar de algunas de las partes más esenciales de la cultura irlandesa. La música en vivo es uno de los principales atractivos del festival, y puedes escuchar tanto las melodías tradicionales irlandesas como el arte de los músicos contemporáneos (no, no sólo U2) que están contribuyendo a la colorida escena del país. Por supuesto que no puedes tener tanta música sin que la gente se levante y baile. Consiga una entrada para un espectáculo en una de las salas de conciertos de la ciudad, o vea a talentosos dublineses interpretando danzas irlandesas centenarias en las calles. ¿Tienes fiebre de baile? Puedes ponerte a bailar con ella en uno de los muchos seminarios interactivos del festival.
Tómese un descanso de la frenética acción con una mirada relajada a la historia irlandesa. Escuche a un historiador local mientras sigue los pasos de San Patricio – aprenda sobre lo que es realidad y lo que es ficción en el popular canon de la tradición irlandesa (spoiler: no ha habido serpientes en Irlanda desde que los glaciares retrocedieron hace miles de años). Dublín es una ciudad dinámica que es sorprendentemente moderna, pero que conserva gran parte de su encanto histórico. Asista a una de las intrigantes conferencias del festival que explican las profundas raíces de la cultura irlandesa – seguramente se enamorará de la ciudad una y otra vez.
Por extraño que parezca, algunas personas no vienen al festival para educarse en la vibrante historia de Irlanda. Si lo que busca es diversión, hay eventos para todo tipo de personas, desde los que quieren abrazar al niño que lleva dentro, hasta los que quieren disfrutar de actividades más, um, sofisticadas. Todos los años se organiza un carnaval que incluye montañas rusas, una noria y otras atracciones que aceleran, giran, dan vueltas y siempre entretienen. Los amantes de la cerveza (y puede que esté en el país equivocado si no lo es) disfrutarán de la Villa de la Cerveza Artesanal Irlandesa, donde podrá participar en las mejores cervezas de lote pequeño que ofrece Irlanda. Deje su obsesión por la Guinness en la puerta. Lo mejor del Festival de San Patricio es que no tienes que elegir entre estas cosas, puedes hacerlo todo. Un consejo: asegúrate de subir a las montañas rusas antes de beber tu cerveza, no después.
El punto culminante del festival es el desfile masivo del festival, donde los locales y los visitantes desfilan por las calles vistiendo trajes extravagantes mientras cantan y bailan. El desfile atraviesa el centro de la ciudad, y casi un millón de personas disfrutan de las vistas y los sonidos a lo largo de la ruta. Esta es sin duda una experiencia única que debe ser vista y disfrutada si tienes la suerte de estar aquí el día de San Patricio.
Incluso para aquellos que no son irlandeses, el Festival de San Patricio en Dublín es una gran manera de disfrutar de la cultura irlandesa mientras se divierten de forma espectacular. Así que antes de salir para la Isla Esmeralda, prepárate para cinco días fantásticos de jigging, canto, visitas turísticas, bebida, y tal vez incluso algo de hurling (es el deporte nacional irlandés, después de todo).
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