Parque Nacional de Lahemaa: los bosques sobre el mar
La tormenta arrecia sobre la península de Juminda. Una pista nos ha llevado hasta este extremo de tierra, donde un faro sobresale entre los pinos, a escaso trecho del agua. Toda la zona pertenece al Parque Nacional de Lahemaa; el más antiguo y extenso de Estonia. Costa, lagos, ríos, ciénagas se combinan para sobrecoger.
Los bosques de pinos compiten junto al mar por la tierra, llegando estos hasta las mismas aguas de la Bahía de Kasmu. Los rayos del atardecer se filtran entre los troncos de los árboles, alguna mole de roca destaca en la estampa; son “errantes”, rocas arrastradas por los glaciares desde Escandinavia en otra época. Un sendero nos permite recorrer la zona, y el tiempo parece que ha aguantado.
Sin embargo, ahora, las cuatro gotas que caían sobre la península de Juminda, han empezado a arreciar, empiezan a mojar, a calar. Las zancadas que pegamos no evitan que nos estemos empapando y aún queda por llegar al coche. El día se ha vuelto gris, quizás este sea el ambiente que tenía la zona en un pasado. Uno puede remontarse; en la Bahía de Kasmu fondea buena parte de la flota de la república, la zona está ocupada militarmente, toda la costa se encuentra recorrida por una alambrada de espino, minas protegen los puntos estratégicos. Sobre el mundo cabalga el fantasma de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, los tiempos han cambiado. Al fondo, un monumento conmemora la memoria de miles de civiles que fueron asesinados en la guerra, por las minas y barcos alemanes, cuando intentaban huir del país en 1941. Una piedra central grabada, rodeada de las minas que tanto sufrimiento causaron. El fuerte viento crea torbellinos de agua alrededor de las rocas de la costa y las minas del monumento, el mar ruge. Buen momento para salir “pitando”, todos al coche y tira millas, a Tallinn. Saludaremos de nuevo al Viejo Tomás.
Post correspondiente a la serie «Periplo por los Países Bálticos”
1. Kaunas: primer día en Lituania
2. El momento
3. La barroca Vilna
4. El socialismo de Vilnius
5. La Colina de las Cruces
6. De playeo a Palanga
7. Klaipeda y el Istmo de Curlandia
8. La resurgida Riga
9. La medieval Tallinn
10. “Bueno gente, esto se está empezando a acabar…”
11. Narva: a cuatro brazadas de Rusia
12. Parque Nacional de Lahemaa: los bosques sobre el mar
13. Helsinki: última parada
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