Moscú (2008)

Lagunas – Perú (2005) El sol se esconde en la lejanía. Conforme la luz se desvanece, los tonos rojizos conquistan el horizonte. Los niños juegan en el agua. Estas mismas aguas que han sido testigo de grandes aventuras, y es que muchos fueron los osados exploradores que dieron rienda suelta a sus sueños por aquí….

Manchester (2007) Los cielos encapotados dan un respiro al sol, y este nos deleita con su afable tacto. La plaza es un hervidero: los niños juegan en las fuentes; unos pasean, otros conversan, escuchan, juegan, ríen,… disfrutan. Qué tendrán los rayos de sol.

Arbat Street – Moscú (2008) Caminando por Arbat Street topamos con un muro lleno de pintadas, rodeado de gentío, con sus guitarras, cantando. Buen ambiente, ya sabes. Por lo que allí vi, parece ser que celebraban el aniversario de la muerte de algún cantante. Ya podéis perdonar mi ignorancia, pero no tengo ni la menor…

Supersat – Ganuza (2008) Suenan los primeros acordes de la guitarra, comienza el concierto. Cerveza en mano -no podía ser de otra forma-, nos acercamos al remolque que hace las veces de escenario; arranca la «Serenata Supersat«. «Guru», cual Gallagher, coge el micro. Comienza el «baile». «Desde ningún sitio, y a ninguna parte», como dirían…

Estoy delante de esta foto, dándole vueltas; no se que tiene. Cuando la saqué, fue una foto más. En otros casos suelo coger la cámara anonadado por la panorámica, pensando: «venga Eduardo, inmortalizalo». Para después pasar a la decepción, y ver como se escapó la magia del momento. Pero con esta foto es diferente, no…

Supongo que la buena señora diría: «¡que me los quitan de las manos!, señores,… compren, compren». Lo supongo, ya que con mi ruso… . El caso es que tenía un maletero lleno de pollos y, efectivamente, se los quitaban de las manos, ante mi mirada atónita. No pude reprimir la tentación de sacar la cámara…

Se selló el conjuro, se cierra el hechizo y aparece el «duende». Todo conspira; los acontecimientos se desencadenan, surgen las anécdotas, brota la aventura, se rompe la rutina. Las notas se funden; ahí está la melodía. El hechizo nos sumerge en sus aguas; surgen los momentos, los lugares, las personas. Nuevos horizontes que no llegábamos…