Museo de Creencias y Religiosidad Popular del Pirineo Central
Unos 8 mil objetos relacionados con las creencias y la religión de los habitantes de los Pirineos, algunos con una antigüedad del primer milenio antes de Cristo, se encuentran reunidos en el Museo de la Religiosidad Popular y Creencias del Pirineo Central. Ubicado en Abizanda, Huesca, funciona dentro de una antigua abadía del siglo XVII desde mediados de la década de los noventa.
Cuenta con una exposición permanente que se divide en tres secciones temáticas: la protección a la casa, la protección del individuo y las creencias de la comunidad. Esta división hace referencia al mundo de magia y superstición que se unió con las doctrinas cristianas, creando un complejo universo de creencias propias de los habitantes pirenaicos.
Los seres humanos han tenido, desde la antigüedad, preocupaciones comunes: la supervivencia, la salud, la enfermedad, las cosechas y otras. Han sido atribuidas en ocasiones a fuerzas sobrenaturales, La imaginación de las personas ha logrado crear objetos como amuletos, en un intento de sobreponerse a lo desconocido. Y de esto trata la colección del museo, indagar en el pasado a través de sus objetos.
Índice
Creencias sobrenaturales
Espantabrujas, amuletos varios, crucifijos, rosarios, relicarios e imágenes de santos y talismanes son algunos de los objetos que se pueden apreciar en el museo.
Con una fuerte carga de simbología, se detallan sus funciones protectoras sobre las personas, cosechas y ganado y muestran la concepción sobrenatural y mágica de los antiguos habitantes de los Pirineos.
Las herramientas audiovisuales son usadas a cabalidad en las instalaciones del museo, con el propósito de ilustrar a los visitantes sobre las creencias más populares de los habitantes del Pirineo Central y ayudar a la comprensión de la estructura del pensamiento primitivo.
El antropólogo y director del museo, Ángel Gari, ha sido el artífice de gran parte de la muestra, con una minuciosa labor en la preservación de creencias y rituales pirenaicos.
Objetos destacados
Dentro de las piezas de la colección del museo, destaca una rastra de bautismo. Conocida en Aragón también como rastras de bautizar, es una cinta de tela a la que se le colocan varios objetos colgantes de carácter sagrado y profano. Eran usadas para proteger a los recién nacidos del mal de ojo, hechizos y enfermedades comunes.
Digna de mención es un amuleto en forma de sirena, con campanillas. Solía formar parte de las rastras de bautizar. Los niños lo llevaban a modo de sonajero durante los primeros años de su infancia.
El museo
La planta baja del museo alberga la sala uno, dedicada a la Protección de la Casa. En el primer piso, los visitantes encontrarán una sala destinada a la Protección del Individuo (signos y símbolos) y otra dedicada a la Protección de la Comunidad. En el sótano se encuentra la sala de Diezmos y Primicias.
Las instalaciones del museo pueden recorrerse dentro de los horarios previstos. Para visitas fuera del horario establecido, existe la posibilidad de concertarlas, siempre y cuando los grupos de visitantes sean mayores a 10 personas.
La visita al museo se puede completar con la iglesia y la torre del castillo, que data del siglo XI. La torre, desde la cual se contempla una espectacular vista del Pirineo, alberga exposiciones temporales.