La comarca de la Sonsierra
La Rioja es una región que cuenta con cientos de paisajes llanos y montañosos que pueden hacer la delicia de cualquier aventurero a la naturaleza. Por eso, hoy vamos a conocer una de sus zonas más bonitas situadas justo en la margen izquierda del río Ebro, la famosa comarca de la Sonsierra.
Extendiéndose a los pies de toda la Sierra cántabra, dicha comarca se encuentra formada por los municipios de Ábalos, Briñas y San Vicente de la Sonsierra, aunque en la mayoría de ocasiones también se une la villa de Briones debido a su cercanía y a sus comunes características.
Dicha zona se encontraba, al parecer, habitada desde el Neolítico, ya que, por ejemplo, en San Vicente de la Sonsierra nos topamos con unos dólmenes. También encontramos algunos vestigios romanos, sobre todo en Briones, y pocas referencias de dominación musulmana.
A partir del siglo VIII se convirtió en un paso fronterizo entre los reinos de Castilla y de Navarra, lo que lo hizo lugar de batallas y conflictos entre ambos. Poco a poco, cada aldea se fue fundando, pasando de ser de un reino a otro e independizándose finalmente, hasta que lo hiciera la última, Briñas, en el siglo XVII.
A orillas del río Ebro nos encontramos con la primera villa a conocer, Briñas, una pequeña localidad que se compone principalmente de casas blasonadas de piedra que conforman un conjunto de enorme atractivo para los turistas que a ella se acercan. Además, muchas de ellas datan incluso de los siglos XVI y XVII.
Entre sus lugares de interés destacamos la iglesia de la Asunción, templo barroco; la fuente que encontramos en la plaza Mayor, del siglo XII; y el humilladero, desde donde puede ver un Cristo del siglo XVIII y un crucero bastante deteriorado del siglo XVI.
Dominando el río Ebro a mayor altura tenemos a San Vicente de la Sonsierra, desde donde las vistas son muy bonitas. Aquí uno de sus lugares con mayor ambiente es la plaza Mayor, punto ideal para acceder a la zona donde se concentran la mayoría de sus monumentos más importantes.
El primero de ellos es su castillo, construido en el siglo XII, pero otros destacables son laiglesia de Santa María, del año 1500; la ermita de San Juan de la Vera Cruz, la basílica de los Remedios, templo barroco del siglo XVIII; la iglesia de Santa María de la Piscina y el dolmen de la Cascada, el mejor conservado.
Visitamos la pequeña villa de Ábalos, un declarado Conjunto Histórico-Artístico que nos muestra un precioso casco urbano medieval consistente en bellos edificios (especialmente casonas) de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Su lugar más característico es el Palacio de los Marqueses de Legarda, del siglo XVIII, aunque también deberíamos destacar la iglesia de San Esteban Protomártir, situada justo frente al palacio y datada en el siglo XVI; y la ermita de San Felices, templo románico de finales del siglo XII.
Por otro lado, nos encontramos con la fantástica villa de Briones, situada en la margen derecha del Ebro. Dicha población está considerada como una de las más bonitas y monumentales de toda La Rioja. En ella también nos topamos con un caso urbano medieval declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Entre sus lugares de interés tenemos que citar los restos de la Torre del Homenaje, del siglo XIII; la plaza de España, donde nos encontramos con la Casa-Palacio del Marqués de San Nicolás y el Ayuntamiento, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del renacimiento; y la ermita del Santo Cristo de los Remedios, una de las seis que nos podemos encontrar en la localidad, del siglo XVIII.