Isaba, Navarra / Foto: Ardo Beltz [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons
Isaba, Navarra / Foto: Ardo Beltz [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons

Isaba

De los siete pueblos que componen el pirenaico Valle de Roncal, Isaba es el más septentrional. Destaca entre ellos por sus edificaciones de madera y piedra y sus estrechas callejuelas empedradas.

Sus alrededores son muy apreciados por las hermosas vistas y paisajes, así como por la presencia de antiquísimos restos megalíticos como el dolmen de Sakulo y el de Arrako. También en sus cercanías está Larra, un impresionante paisaje salpicado de pinos y especies animales en peligro de extinción.

En la zona también se encuentra la Mesa de los Tres Reyes, una de las montañas más altas de Navarra y la Sima de San Martín, una de las más profundas cuevas de Europa.

Índice

Edificaciones en Isaba

La iglesia de San Cipriano, situada en el centro del pueblo de Isaba, es una construcción del siglo XVI. Fue emplazada sobre otra construcción del siglo XIII que fue quemada por los franceses en el siglo XV. De estilo gótico, tiene retablos de estilo renacentista, con decoración de estilo plateresco. Destaca en la iglesia el órgano barroco del siglo XVIII con más de mil tubos que le confieren un sonido especial y una sillería barroca del siglo XVIII tallada con escenas rurales.

A 900 metros de Isaba se encuentra la Ermita de Idoia, en un hermoso paraje. Es un espacioso edificio de piedra labrada cuyo núcleo data del medioevo. Adosado se encuentra la casa de la cofradía. La completan sus retablos barrocos del siglo XVIII, que además tiene una imagen de la Virgen con el Niño en su rodilla de fines del siglo XIV.

A unos cinco minutos del pueblo se encuentra la pequeña Ermita de Belén. Es una pequeña capilla del siglo XVIII, presidida por la imagen de la Virgen.

La Ermita de Arraki se encuentra en el llano de Balgua, a 10 kilómetros de Isaba. Fue erigida junto a un monumento prehistórico. Estudiosos suponen que la razón de este emplazamiento fue para cristianizar un sitio en el que se realizaban ritos paganos. En 1793 fue saqueada por los franceses, quienes se llevaron la corona de la virgen, un cáliz, una patena y el ganado que pastaba en los alrededores.

Puentes y escudos

Dos antiguos puentes románicos permanecen en el antiguo camino de Belagua. En cuanto a los escudos, en las fuentes y en las fachadas de las casas se encuentran de dos tipos. Uno es el escudo del Valle de Roncal. Sus elementos son un lebrel, un castillo, unas peñas y la cabeza de un moro sobre un puente, mientras que los escudos más antiguos representan sólo la cabeza de un rey moro sobre un puente y son anteriores a 1797.

Las tres vacas

El tributo de las tres vacas es una tradición milenaria, donde la piedra de San Martín sirve de escenario para la reunión de personas de ambos lados de las fronteras. Los datos históricos señalan que en 1375 una sentencia impuso a los bearneses el pago anual de tres vacas por el aprovechamiento de los pastos roncaleses.

Aunque no se conoce exactamente la fecha en la que inició esta ceremonia, documentos apuntan que se realiza desde al menos un siglo antes del nacimiento de Cristo. En el siglo XIV se dejó de realizar, trayendo como consecuencia reyertas que se resolvieron con la sentencia de 1375.

Las reses son elegidas por el veterinario de Isaba, quien tiene bajo su responsabilidad escoger las tres mejores que deben tener idéntico pelaje, dientes y cuernos. Los animales son entregados y los bearneses y roncaleses, ataviados con sus trajes típicos, reanudan el pacto que se sella simbólicamente con la imposición de las manos de unos y otros.


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