Experiencias gastronómicas Mallorca: Escapar del continente y probar las delicias culinarias de la isla
Gracias a sus encantadoras playas, la muy popular estrella del Mediterráneo, Mallorca (Mallorca), tiene una personalidad llena de sol, con remotas montañas y conmovedores pueblos de montaña. Como parte del archipiélago de las Islas Baleares en España, tiene su propio estilo tradicional español, pero con un giro que proviene de su rica historia que incluye tanto influencias romanas como africanas. Mallorca tiene una cocina diversa y colorida, que va desde los platos tradicionales mallorquines hasta la fusión asiática.
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Hay más de 2.400 restaurantes en la isla de Mallorca, según la Oficina de Turismo de Mallorca, que van desde pequeños bares hasta restaurantes completos. Las aceitunas y las almendras son emblemáticas de la dieta mallorquina. Entre los alimentos que son mallorquines y que hay que degustar se encuentran: la sobrasada (carne de cerdo picada mezclada con pimentón y curada dentro de una tripa), el arròs brut (arroz al azafrán cocinado con pollo, cerdo y verduras) y la ensaïmada de pasta dulce. Después de probar todos los platos mallorquines, Herbs de Mallorca es un licor de hierbas y una buena manera de terminar una comida.
Comer en Mallorca es una experiencia muy emocionante, con los chefs – inspirados en la tradición así como en la cocina mediterránea contemporánea – añadiendo un poco de creatividad y picante al panorama gastronómico de la ciudad. Los restaurantes del interior sirven platos sustanciosos, como el cochinillo asado a la perfección, acompañado de vino local. En la costa, sin embargo, se consiguen diferentes sabores dependiendo de la pesca del día combinada con grandes vistas al mar.
El núcleo de la capital de la isla es el casco antiguo con plazas florecientes y encantadoras callejuelas estrechas, repletas de panaderías y pastelerías. Para los golosos, pruebe la Confitería Frasquet, situada en la zona de la Llonja del Casco Antiguo de Palma, una tienda tradicional del siglo XVII. Para empezar con los platos principales, tiene que probar las delicias españolas del Forn de Sant Joan.
La joya, como es muy común en la mayoría de las ciudades de España, es el mercado central. La sección de pescados es especialmente digna de verse; allí encontrará todas las variedades locales además de pescado de otras regiones españolas. La fruta y las verduras también están bien representadas, así como los embutidos. Mallorca es también un gran productor de aceite de oliva y la prensa de Ca’n Det, en Sóller, es uno de los tres últimos molinos tradicionales que quedan en el país.
La gastronomía mallorquina es rica en los productos más prestigiosos, como una variada gama de embutidos de cerdo –sobrasada, botifarrón y camallot-, así como el queso de oveja artesano. Los vinos, el aceite de oliva, las naranjas del valle de Sóller, la ensaimada, las almendras y los licores son sólo una muestra de lo que nos espera en Mallorca.
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