Barranco del Infierno Vall de Laguar
El Barranco del Infierno (Barranc de l´Infern) es una de esas rutas que impresionan en muchos aspectos: el paisaje y su desfiladero dejan con la boca abierta, los 6.800 escalones te dejarán sin aliento y la satisfacción después de conseguirlo te llenará de alegría. No es una ruta exigente técnicamente, pero si físicamente pues los desniveles son muchos y constantes.
El bello Vall de Laguar se encuentra al norte de la provincia de Alicante y aquí, con inicio en Fleix, comenzaremos la ruta. Una ruta también conocida como “La catedral del senderismo”. Fue una de las que más nos ha gustado de cuantas hemos hecho y a nuestro parecer, la época perfecta es un día de invierno (no de lluvia) pues el calor no aprieta y la humedad entre la vegetación se agradece haciendo en camino más llevadero y agradable.DATOS TÉCNICOS
- Longitud: 15 Kilómetros
- Circular: Si
- Dificultad: Difícil. No necesita ningún conocimiento técnico pero si requiere un gran esfuerzo físico.
- Desnivel acumulado: Subiendo 100 metros y 265 metros bajando
- Lugar de inicio y fin: Fleix (Vall de Laguar)
Todo el camino lo realizaremos por la PRV-147, una ruta circular que nos llevará unas 5 horas realizarla sin contar las paradas. Como os hemos dicho anteriormente la ruta se inicia en Fleix uno de los tres pueblos que forman la Vall de Laguar. Justo antes de salir del pueblo dejamos el coche y caminamos unos minutos por la carretera en dirección de Benimaurell donde veremos un desvío a la derecha en dirección al lavadero de Fleix y la Font Grossa. Hasta ahora todo suena muy bien pero no nos imaginábamos lo que nos esperaba.
Pronto veremos la senda a nuestra derecha donde empiezan los escalones de piedra. Ahora toca bajar y bajar hasta encontrarnos con el El Forat, un super agujero tallado en la roca que nos permite seguir avanzando a través de una estructura de madera. Iremos descubriendo un paisaje espectacular hasta que nos topemos con el río Girona donde podemos hacer una pequeña parada. Este río normalmente está sin agua, pero no recomendamos pasar por el o pararnos en este lugar ya que suele crecer de forma rápida y peligrosa los días de lluvia.
Tras descansar al lado del río, continuamos la subida. Esta subida hay que tomársela con calma pues tiene un desnivel bastante alto y las prisas sólo harán que sufras si no estás acostumbrado a este tipo de aventuras. Algunos de nuestros aventureros tuvieron que ser “rescatados” y casi empujados hasta llegar arriba.
Llegaremos a Juvees d´Enmig y allí encontraremos una de mis cosas favoritas de esta ruta: bombear agua del Pou de la Juvea, una fuente que saca el agua del pozo mediante bombeo manual. Muy divertido y perfecto para refrescarse y llenar nuestras cantimploras de agua fresca y natural. Tras el descanso subimos hacia una explanada con algunas casas y retomamos la senda a la izquierda.
Durante la bajada volveremos a ver innumerables postales de ensueño dignos de pararse a ser contemplados durante largos minutos. Impresiona mucho las caprichosas formaciones y barrancos totalmente verticales. Tras una larga bajada volveremos al río Girona y tocará de nuevo volver a subir siempre siguiendo la PRV-147.
Este nuevo ascenso nos llevará hasta Juvees de d’Alt. Insistimos, si corréis o lo hacéis con prisa lo pasareis mal. Mejor ir tranquilos y con calma disfrutando de cada rincón. Al llegar a Juvees de d’Alt comenzamos un nuevo descenso hacia el Barranc de Racons. Sí, ya os lo dijimos al inicio, esta ruta es una montaña rusa con subidas y bajadas muy fuertes y constantes. ¿Qué creéis que hay que hacer cuando bajemos hasta Barranc de Racons? Exacto, volver a subir. La subida nos conduce a una zona de campos de labranza, a las afueras de Benimaurell. En poco tiempo llegamos a la zona recreativa de la Font dels Olbis.
Atravesamos el pueblo y llegamos a la Font del Benimaurell, junto al lavadero del pueblo donde nos tomamos un merecido descanso y llenamos una vez más nuestras cantimploras de agua. Aunque estábamos destruidos las sonrisas de satisfacción son evidentes y nos sentimos muy orgullosos de haber conseguido el reto. Ya sólo queda volver caminando por la carretera hasta Fleix donde hemos dejado el coche.
La ruta es dura, requiere un esfuerzo físico importante pero cualquier adulto en forma la podrá hacer sin problemas. Es una de las rutas imprescindibles de la Comunidad Valencia que, pese a los esfuerzos, recompensa y deja muy buen sabor de boca.