48 horas en Ávila: qué ver y visitar

Para obtener una extraordinaria panorámica de Ávila, que todavía se parece mucho a una ciudad medieval, lo mejor es visitar el monumento religioso de «Los Cuatro Postes» en las afueras de la ciudad al anochecer. Si le parece impresionante desde fuera, debería experimentar el ajetreo del Gran Mercado y los bares de tapas del interior.

El símbolo inconfundible de Ávila es la muralla medieval, una de las mejor conservadas de Europa. Cuenta con almenas y torres de defensa. Hay cuatro puntos de acceso, incluyendo uno para personas con movilidad reducida (la Puerta del Puente).

Una vez dentro de las murallas se accede al centro histórico de la ciudad, donde se encuentran una serie de iglesias, conventos y palacios renacentistas. La mayoría de ellos datan del siglo XVI, cuando la industria textil fue la principal responsable de la prosperidad de la ciudad.

Una de las entradas principales es a través de la Puerta de los Leales, que conduce directamente a la Catedral de El Salvador, de la que se dice que es la primera que se construyó en estilo gótico en España. Es un templo austero que se parece mucho a una fortaleza, una mezcla de fervor bélico y sentimiento religioso típico de Ávila. Alberga el Museo de la Catedral que tiene una valiosa colección de arte religioso.

Dentro de las murallas de la ciudad se encuentran zonas con un aspecto muy medieval, como la Plaza de Pedro Dávila intercalada con docenas de mansiones renacentistas que solían ser las residencias de las familias nobles. El hecho es que el nombre completo de la ciudad es Ávila de los Caballeros o la «Ciudad de los Caballeros». Ejemplos de ello son la mansión de los Velada, el Palacio de Valderrábanos, el de Núñez Vela y el de los Dávila.

Es un corto paseo hasta la torre fortificada de los Guzmanes, que actualmente es la sede de la Diputación Provincial. Puede continuar hasta la Plaza del Mercado Chico en el centro de la ciudad donde se encontraba el antiguo foro romano. Allí podrá ver las hermosas fachadas del Ayuntamiento y de la Iglesia de San Juan Bautista. Durante su estancia en la ciudad, debe probar uno de los restaurantes de los alrededores de la plaza donde se sirven especialidades locales como el famoso chuletón de Ávila, guisos, judías blancas de El Barco y postres como las Yemas de Ávila. O bien puedes probar las famosas tapas, deliciosos aperitivos para acompañar una cerveza o una copa de vino.

Ávila es la capital de la provincia situada a mayor altitud de España. A lo largo de su historia, Ávila ha sido la cuna de famosos místicos españoles como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Para conocer más sobre la persona conocida localmente como La Santa, o la «Santa», debe visitar el Monasterio de la Encarnación donde la abadesa pasó la mayor parte de su vida.

Fuera de las murallas de la ciudad debe visitar la majestuosa Casa de los Deanes. En la actualidad alberga el Museo de Ávila, que cuenta con fascinantes secciones dedicadas a la arqueología, la etnografía y las bellas artes. También podrá visitar los Hornos Post-Medievales, interesantes restos de un taller de cerámica situado en la Calle del Marqués de Santo Domingo. Y fuera de las murallas, hacia el norte, el Jardín Memorial de Sefarad, en el recinto donde se encontraba el cementerio judío de la ciudad.

A continuación se encuentra el Real Monasterio de Santo Tomás, cuya construcción se terminó durante el reinado de los Reyes Católicos. Fue sede de la inquisición y de la universidad, y lo que en su día fueron sus salas reales albergan hoy el Museo de Arte Oriental. Su visita a esta antigua ciudad termina en el mirador de Los Cuatro Postes. Desde aquí tendrá la mejor vista de este extraordinario complejo medieval.

Imprescindible

Un fin de semana en Ávila se resume en pasear tranquilamente y perderse por sus calles. El mejor truco  para conocer la ciudad es dejarse llevar por sus iglesias, palacios y plazas, mientras se recorre uno de los recintos amurallados mejor conservados de España.

Muralla

La muralla, datada del siglo XI, la muralla de Ávila es una de las más antiguas, completas y mejor conservadas del mundo. Su longitud es de 2,5 kilómetros y cuenta con 2.500 almenas, 88 torreones, 9 puertas y una singular espadaña.

Catedral

Iniciada en el siglo XII, la catedral de Ávila tiene el privilegio de ser la primera catedral gótica española. Guarda un cierto parecido con una fortaleza, con el cimorro encajado en un cubo de la muralla. Destaca su portada de los Apóstoles y, en el interior, el trascoro, el retablo de la capilla mayor y el sepulcro de El Tostado.

Ruta Teresiana

La huella de Santa Teresa de Jesús se puede seguir en numerosos rincones de la ciudad: desde el convento y el museo de Santa Teresa hasta la iglesia de San Juan, el convento de Nuestra Señora de Gracia y el convento de la Encarnación.

Monasterio de Santo Tomás

Está localizado al Sur de Ávila. Responde a un estilo gótico, siguiendo los esquemas de la arquitectura monacal. Destacan sus tres claustros y el sepulcro del príncipe don Juan, único hijo varón de los Reyes Católicos.

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Con más tiempo

Iglesias románicas

En el casco histórico de Ávila y sus alrededores se reparten un valioso conjunto de iglesias románicas. Sus mejores exponentes son la basílica de San Vicente, San Pedro, San Segundo, San Andrés y Santo Tomé el Viejo.

Ruta de los palacios

Esta ruta resume el esplendor que vivió Ávila en el siglo XVI. El moderno palacio de los Serrano es uno de los centros culturales más activos de la ciudad. Además, destacan el  palacio de Polentinos, de los Aguila, Sofraga y Bracamonte.

Los Cuatro Postes

Este templete del siglo XVI se ha convertido en el mirador más privilegiado del recinto amurallado.

Museo Provincial

El museo ocupa la antigua casa de los deanes del cabildo catedralicio. Reúne una amplia colección de objetos relacionados con la cultura tradicional, la arquitectura y las Bellas Artes.

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Te puede interesar:

Compras

No olvides comprar yemas de Santa Teresa, legumbres y embutidos.

Fiestas

Semana Santa

La Santa: 15 de octubre

Gastronomía

Son típicas de Ávila las judías de El Barco y la ternera. El tapeo es una costumbre local, basado en callos guisados, picadillo, torreznillos, oreja y mollejas.

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