Arcos de la Frontera en Cádiz
Arcos de la Frontera es una preciosa localidad de la provincia de Cádiz, en España, situada sobre un promontorio que domina la llanura y el curso del río Guadalete. Su encantador enclave, su entramado de calles tortuosas y la multitud de rincones de gran belleza que posee, hacen de Arcos de la Frontera un conjunto muy atractivo para quien decide visitarlo.
Arcos de la Frontera marca el inicio de la ruta de los Pueblos Blancos, pintorescos pueblos construidos sobre suaves colinas, activas poblaciones agrícolas con numerosas referencias a su pasado. Situado a 70 Km. de la ciudad de Cádiz y 50Km. de Puerto de Santa María, desplazarse en automóvil hasta Arcos, es un paseo, obteniendo panorámicas sobresalientes de la localidad desde la carretera.
De fundación íbera, lo romanos la llamaron Arcobriga y durante el califo de Córdoba paso a ser el baluarte de Medina Arkosh, antes de convertirse en Arcos de la Frontera. La localidad es el arquetipo de los pueblos blancos, con laberínticas calles que trepan tortuosamente hasta el castillo de Arcos, una construcción de carácter militar desde la que se obtienen espectaculares vistas.
Arcos de la Frontera posee un bonito casco antiguo declarado conjunto histórico-artístico limitado hoy por los restos de su vieja muralla.
En la plaza de España, el centro neurálgico de la localidad, se sitúa uno de los monumento mas importante de la localidad, la iglesia de Santa Maria de la Asunción, edificio gótico mudéjar que destaca por el retablo del altar mayor y la sillería del coro.
En la misma plaza se encuentra también el Parador de Arcos, antigua Casa del Corregidor situada a orillas del Guadalete con una impresionante panorámica de la vega del río y del casco antiguo de Arcos de la Frontera. Muchos son los que inician desde este parador la ruta del Vino y de los Pueblos Blancos.
En Arcos de la Frontera llama la atención por su ubicación la iglesia de San Pedro. Realizada en el siglo XVIII en estilo barroco, la iglesia se encuentra aislada y encaramada al borde del acantilado que forma el río Guadalete, y la única forma de acceder a ella es a través de una escalinata. Muy cerca se encuentra el palacio del Mayorazgo, con una fachada ornamentada fachada renacentista.
El Ayuntamiento, el Convento de la Caridad de estilo colonial, y la iglesia de San Agustín, son otros de los lugares que merece la pena conocer en Arcos, una ciudad que se debe visitar recorriendo sus laberínticas calles sin prisas. Su Semana Santa, declarada de interés turístico, es sin duda una bonita época para deleitarse en Arcos.