Narva: a cuatro brazadas de Rusia
Cambiamos de medio de transporte, para ganar en libertad. La idea es recorrer la costa norte de Estonia, en nuestro recién alquilado Clio, hasta Narva, frontera con Rusia. Ponemos el piloto automático y en unas horas estaremos en destino. Esto era broma, pero bien podía ser en alguna de las rectas interminables que hay por aquí.
Un río separa la ciudad más oriental de Estonia, Narva, de Ivangorod, ya en Rusia. En cada orilla, un castillo fortificado desafía, a la corta distancia del estrecho río Narva. La ciudad aún conserva su estatua de Lenin y muchas de las indicaciones las veo en ruso. Parece el último reducto ruso en suelo de Estonia. Me pregunto, hacia el 91, como habría afectado la frontera que nacía en el río. Familiares, amigos o conocidos, que, de un plumazo, pasaban a tener otra nacionalidad, eran extranjeros por vivir en la otra orilla.
Al norte de Narva se encuentra Narva-Joessu; un centro vacacional que a partir del s.XIX tuvo su esplendor y que, actualmente, se encuentra en decadencia. Casas desperdigadas, edificios abandonados. Se oye el sonido de un chiringuito, que intenta dar un poco de vida al lugar, sin mucho éxito. Pero que pasa, que es sábado.
Se respira calma, a pesar del viento que se levanta, frío aire que penetra por nuestros abrigos. La playa está desierta. En la lejanía, el sol se abraza al horizonte, los rojizos halos de luz se difunden por las aguas del Báltico, vistiéndolas de color y brillo. Al fondo de la playa, unas luces nos muestran otro chiringuito. Buen lugar para cenar. Una chica nos atiende. La carta en ruso, ella no habla inglés. Sonrío, creo que al fin vamos a ver la otra Estonia. Dispuesto, como en otras ocasiones, a confiar en la intuición, cojo la carta, pero me acercan otra, está en inglés. Que pena, iba a ser interesante.
Post correspondiente a la serie «Periplo por los Países Bálticos”
1. Kaunas: primer día en Lituania
2. El momento
3. La barroca Vilna
4. El socialismo de Vilnius
5. La Colina de las Cruces
6. De playeo a Palanga
7. Klaipeda y el Istmo de Curlandia
8. La resurgida Riga
9. La medieval Tallinn
10. “Bueno gente, esto se está empezando a acabar…”
11. Narva: a cuatro brazadas de Rusia
12. Parque Nacional de Lahemaa: los bosques sobre el mar
13. Helsinki: última parada
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