En coche por el Pirineo francés: los Valles de Aspe y de Ossau
Cruzamos el puerto de Somport y nos adentramos en el Pirineo francés. La carretera discurre estrecha entre la garganta de dos macizos montañosos que encierran el río Aspe, en el Parque Nacional de los Pirineos, territorio protegido desde el año 1967. Estamos en el Vallée d’Aspe.
Si vas atento a la derecha de tu camino, en la ladera de la montaña se encuentra el Fuerte de Portalet», del que ya te hemos hablado. El camino va avanzando y poco a poco van apareciendo las casas y los pequeños pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Visitamos Cette-Eygun, en lo alto de una colina, y Lourdios-Ichère, con sus ríos y su iglesia. Avanzamos y llegamos a Oloron Sainte-Marie, una gran localidad localidad hermanada con Jaca y con la que, cada dos años, celebra el Festival Folklórico de los Pirineos.
Desde Oloron Sainte-Marie, tomas la carretera D 920, dirección Arudy. Este camino desemboca en la carretera D 934, que te llevará a la frontera española. Avanzamos en dirección a Laruns y Portalet (verás las indicaciones). Nuestro camino poco a poco nos va dando pistas de que nos adentramos en la montaña, cada vez menos poblaciones, menos tráfico y más naturaleza.
Esta región del Pirineo, el Valle de Ossau, es conocida desde la antigüedad por sus aguas termales. En la actualidad, en este valle, se hallan abiertos tres balnearios. En Sévignacq-Meyracq, en Eaux Bonnes (aguas buenas) y en Eaux Chaudes (aguas calientes), que hace gala de su viejo esplendor y en donde, en el año 890, el rey Sancho de Aragón se curó de gota.
Continuando el camino, pasamos por Gabas, pequeño pueblo conocido por la elaboración de queso. Pocos kilómetros después, y tras pasar por la pared de la impresionante presa de Fabregés, llegamos al lago, Lac de Fabréges, es un buen lugar para parar y contemplar el paisaje y si te apetece, puedes coger el telecabina que se eleva a 1.950 m de altitud y que te ofrece una fabulosa vista del valle, del pico Midi d’Ossau (2.884 m) y de los lagos Ayous y Fabrèges. Aquí se encuentra la pequeña, familiar y tranquila estación de esquí de Artouste.
Ya no te queda más que ascender recorriendo el puerto a través de sus bosques, que van quedando atrás a medida que ganamos altura. Llegamos a la frontera española y entramos en el Valle del Tena, fin de nuestro camino.