Qué ver y visitar en Baeza
Desde la distancia ya se puede apreciar la belleza de esta ciudad andaluza, con un perfil perfectamente coronado por la torre de la catedral. Pasee por esta espléndida ciudad amurallada y descubra a cada paso un conjunto monumental donde cada calle, edificio y plaza está impregnado de arte e historia.
El municipio de Baeza se asienta sobre una suave colina en el centro de la provincia de Jaén, de la que apenas dista unos 48 kilómetros, y al este de la Comunidad Autónoma de Andalucía, siendo considerado cabeza de toda la comarca de La Loma junto con Úbeda, municipio también jienense con el cual limita.
Tal es su importancia, no sólo a nivel provincial ni autonómico, y ni siquiera nacional, que la Unesco la declaró ciudad Patrimonio de la Humanidad, junto con la ya citada ciudad vecina de Úbeda. Además, Baeza también destaca por ser una de las tres sedes de la Universidad Internacional de Andalucía.
Baeza ha sido habitada desde tiempos remotos por íberos, romanos, visigodos y moros. Su edad de oro fue en los siglos XVI y XVII, cuando fue un gran centro eclesiástico y educativo, una de las comunidades renacentistas más importantes de España.
Su visita comienza en la Plaza de Santa María, dominada por una magnífica fuente de piedra y la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora. En esta zona, varios edificios le llamarán la atención, como el Seminario de San Felipe Neri y el Palacio de Jabalquinto. Frente al palacio se encuentra la Iglesia de la Santa Cruz, la iglesia románica mejor conservada de Andalucía, y la antigua universidad, donde se puede visitar el aula donde enseñaba el poeta Antonio Machado.
En nuestra visita podemos destacar muchas cosas, pero, sin duda alguna, nos deberíamos de acercar a la famosa plaza del Pópulo, la cual está presidida por la fuente de los Leones. Justo aquí, en su parte de arriba, se levanta la casa del Pópulo, y a su izquierda la Antigua Carnicería. Para rematar el arco de Villalar, construido en el año 1521 luce a unos escasos metros, y la Puerta de Jaén, restos de la antigua muralla que protegía la ciudad en época de los moriscos.
Desde aquí se puede llegar a pie a la ajardinada Plaza de la Constitución, donde los vecinos vienen a pasear y a reunirse y que está flanqueada por pórticos donde antes estaban los antiguos gremios de artesanos. Entre sus monumentos más representativos y destacados se encuentran la Alhóndiga o Mercado del Cereal, el Balcón del Concejo y la Fuente de la Estrella.
Para conocer el pasado remoto de la ciudad, hay que visitar el yacimiento arqueológico del Cerro del Alcázar y luego se puede disfrutar del ambiente y de la deliciosa cocina andaluza en la concurrida Plaza de España. Recomendamos el bacalao con tomate y piñones, las tartas de nueces y las diferentes mermeladas.