Sendero de Los Estrechos, Montanejos
Piscinas naturales, puentes sobre el río, estrechos impresionantes, vistas y bosques espectaculares y el aliviadero de la presa, la gran estrella de esta ruta donde podréis ver la fuerza brutal del agua saliendo con una potencia desmedida: Montanejos y la Senda de los Estrechos.
El Chorro, el aliviadero de la presa es una de las atracciones estrella de la ruta.
Para quien no lo sepa Montanejos es un municipio al oeste del Alto Mijares. Es conocido por las aguas termales que se encuentran en la Fuente de los Baños, que sale a una temperatura de 25 grados durante todo el año. Una de sus atracciones estrellas son sus grandes y espectaculares zonas de baño donde podemos disfrutar de un día refrescante, grandes rutas de senderismo, escalada por sus estrechos, descenso en tirolina o piragüismo.
Os dejamos arriba el mapa de Montanejos, pero como siempre no os vamos a indicar como llegar ya que hoy en día todos tenemos GPS ya sea en el móvil, tablet o navegador propiamente dicho. Pasamos a la acción.
Puente que debemos cruzar hasta el final y seguir por la carretera hacía la derecha dirección Fuente la Cerrada.
Una vez en la localidad debemos buscar el puente que se dirige al pueblo de Zucaina. Cruzamos el puente, al final de este veremos varias indicaciones, debemos seguir la que nos lleva por la GR-7 girando a la derecha hacía Fuente la Cerrada. Caminamos unos 300 metros por la carretera dirección Zucaina y a la izquierda veremos entre árboles y maleza un camino ancho de cemento que debemos seguir.
Este camino aunque grande y cómodo pondrá a sudar a más de uno ya que la pendiente es intensa. Este primer tramo está formado por dos rutas que comparten el mismo trozo: la GR-7 y la llamada “Senda de los Estrechos” que más adelante se separan. Esta senda es cómoda y transcurre casi siempre en sombra debido a los árboles que nos encontramos por el camino. Vamos cogiendo altura poco a poco y sin darnos cuenta estaremos a cientos de metros donde disfrutar de unas grandes vistas de Montanejos y sus alrededores.
Continuamos el camino siguiendo las señales de “La Senda de los Estrechos” y nuestro próximo destino es la presa de Cirat que veremos desde arriba. Caminamos unos metros más y todo se vuelve más estrecho y debemos empezar a prestar atención para no despistarnos ya que el camino se vuelve más angosto. A partir de ahora toca bajar. Tras un rato bajando vamos oyendo cada vez de forma más intensa el río hasta llegar a un puente de madera que debemos cruzar. La cantidad de agua que lleva el río es asombrosa y es fácil ver gente practicando deportes acuáticos en sus aguas.
Ahora nos encontramos al otro lado del río. A la derecha y a pocos metros encontramos otro puente, esta vez de metal y de color verde. Podeís visitarlo si queréis, os llevará pocos minutos.
De aquí al aliviadero no queda nada. ¡Que emoción! Tras girar una pequeña curva hacia la izquierda a lo lejos ya se puede ver y oír la furia del agua. A medida que nos acercamos el sonido es atronador y da igual lo que corras porque te vas a mojar si o si. Nosotros nos llevamos unas bolsas de basura para meter las mochilas dentro y que no se mojaran los bocadillos, cámaras y demás pero sobre el cuerpo no llevábamos protección alguna, así era más emocionante. Te recomiendo lo mismo, pasar sin chubasquero, al no ser que vayas en invierno, porque la emoción es mayor y la diversión se multiplica.
Tras pasarlo a toda prisa encontrarás otro puente que no tiene salida, al menos para el público en general ya que las puertas dan al interior de la presa y están cerradas. Visitalo y podrás ver de cerca y con mayor altura el aliviadero. Impresiona la de miles de litros que salen de ese pequeño agujero.
Este aliviadero pertenece al embalse de Arenoso (Campos de Arenoso) que se encuentra en los municipios de Montanejos y Puebla de Arenoso, en el transcurso del río Mijares. El aliviadero del que hablamos, que en realidad se llama El Chorro, es su punto de desagüe, un aliviadero denominado de compuertas, que tiene una capacidad de 41 m3/s. ¡Ahí es nada!
Si se desciende hasta el puente situado en sus proximidades, se puede apreciar de cerca la potencia y la belleza del agua en su salida, así como las espectaculares paredes verticales de caliza, a través de las que se ha excavado la canalización.
El Chorro, el aliviadero de la presa es una de las atracciones estrella de la ruta.
Volvemos al inicio del puente y empezamos a subir una carretera asfaltada. A los pocos metros debemos subir una pequeña cuesta hacia la izquierda. Esta nos llevará directamente a la carretera CV-20 que debes seguir hacia abajo, es decir hacia la izquierda para volver a Montanejos.
El Sendero de los Estrechos no se hace por esta carretera, continúa monte através durante algunos kilómetros más, pero nosotros decidimos ir por la carretera por dos motivos: hacerla un poco más corta y llevadera pensando en los más pequeños y para poder ver los diferentes túneles cavados en la roca, cada uno con su mirador que tienen un gran atractivo también. Ni que decir tiene que debéis estar muy atentos a los coches que pasan.
El camino de vuelta es fácil por la carretera y, como os hemos indicado justo arriba, esta pasa por varios túneles. Estos tienen unas “ventanas” o miradores muy altos que dan al río y permite ver los estrechos de una forma muy llamativa. Es fácil ver gente escalando por sus verticales paredes. ¡Dan vértigo sólo de mirarlos!
Finalmente tras unos cuarenta minutos caminando llegaremos de nuevo a Montanejos. Ahora ha llegado el tiempo del baño y la siguiente visita obligada es la Fuente de los Baños. Sin duda es de los lugares más bellos de la Comunidad Valenciana y cuenta con una de las piscinas naturales más grandes y bonitas que he visto con un caudal constante de unos 6.000 litros por minuto. Esta zona es perfecta para pasar un día de verano. Cuenta con restaurante, merenderos, baños, juegos infantiles y está vigilada por trabajadores del ayuntamiento.
Una ruta sencilla, divertida y con una piscina natural al final que no os podéis perder. En verano tiene el aliciente de poder darse un baño, pero recomendamos hacerla también en invierno por el ambiente mágico que se respira.