Puentes románicos de los Pirineos

En el Pirineo abundan los puentes románicos y medievales, te los puedes encontrar en cualquier aldea, valle o río, y es que en estos paisajes eran imprescindibles para el transito de personas y mercancías. En la actualidad muchos de ellos ya han perdido su utilidad, pero no su belleza, ya sea por la naturaleza que les rodea como el de la fotografía que ilustra esta entrada situado en el valle de Bujaruelo, en las inmediaciones del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Si quieres conocer este lugar, se encuentra en la pradera de San Nicolás de Bujaruelo (1.420 m), donde está el refugio. Para llegar allí, hay que pasar el pueblo de Torla en dirección al valle de Ordesa y, al llegar al Puente de los Navarros, coger la pista que sale a la izquierda que te lleva hasta el puente de Bujaruelo.

También un hermoso paisaje natural rodea el puente de Moscarales, de gran altura y luz, con escaleras en ambos lados para ascender. Se llega desde Boltaña donde cruzas el río Ara por el moderno puente de “la Gorga”, coges un sendero a la derecha que encuentras señalizado y en la zona de recreo”los Moscarales”, se encuentra este puente medieval.

Enclavado en el prepirineo se encuentra el puente del Diablo en la espectacular y profunda garganta del Congosto de Olvena. De origen legendario, ya que no se creía que pudiera haber sido construido por el hombre, sino por el diablo. Se encuentra a unos 18 km de Graus en la carretera que asciende a Graus y al valle de Benasque, verás la señalización. Y ya que estás cerca, aprovecha y en Graus -cuyo casco antiguo fue declarado conjunto histórico-artístico en 1975-, podrás visitar su puente del S. XII, de tres ojos de medio punto.

A sólo 6 km. de Graus, en la localidad de Capella se encuentra el precioso puente del S. XIII, de más de cien metros de longitud, con siete arcos de medio punto de perfecta factura.

También encontrarás bellos puentes en pequeñas aldeas, como el hermoso puente de Sarsa de Surta, en la casi despoblada aldea que le da nombre, en la que podrás visitar también su iglesia del S. XII y el molino del siglo XVIII. O en la vieja aldea de Besians perteneciente al municipo de Perarrúa, donde sobre el río Esera cruza el precioso puente medieval.

Puente San Urbez por el que pasa el GR 15, llegas desde Escalona por la espectacular carretera HU-631

La verdad es que realizar una lista de los puentes románicos y medievales no es tarea sencilla. No sólo porque de algunos sólo quedan sus ruinas o -como el puente romano de Triste- permanecen escondidos bajo las aguas, sino también porque situar su origen histórico no es un tema pacífico. Como le sucede al conocido puente de San Miguel en Jaca, del que se desconoce su fecha de construcción, se data en el S. XV. Lo que sí es cierto es que este puente de 96 metros permitió durante siglos la comunicación entre Jaca y los valles occidentales del Pirineo aragonés y conducía al Camino de Santiago, función que también cumple el puente de Canfranc -puente de peregrinos- del siglo XII .

Nos dejamos muchos, seguro, así que lo mejor es abrir bien los ojos y dejarse sorprender en el camino.

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