Mérida en 24 horas: qué ver y visitar
Viaje en el tiempo a una ciudad que floreció durante el Imperio Romano. Si vienes en junio puedes participar en Emerita Ludica, un festival que recrea la historia y en el que los habitantes de la ciudad se visten con trajes romanos y organizan actividades culturales que te transportarán a esta época.
Fue el punto de partida de la antigua Ruta de la Plata y la capital de la provincia romana de Lusitania, lo que la convierte en una de las ciudades más prósperas del Imperio.
Su mayor atractivo, una verdadera joya arquitectónica, es el Teatro Romano. Fue construido en el siglo I a.C. y sigue cumpliendo la función para la que fue diseñado. Está sorprendentemente bien conservado y su magnífico aspecto le sorprenderá. Detrás de él hay un hermoso jardín porticado.
En las cercanías se encuentra el anfiteatro. Ambos recintos cobran vida cada verano durante el Festival de Teatro Clásico de Mérida, uno de los festivales más importantes que se organizan en Europa.
Desde aquí se puede llegar a pie a uno de los circos romanos mejor conservados de la Península. Hay un centro de visitantes donde se puede ver cómo era y para qué servía. El recorrido termina con la visita al Museo Nacional de Arte Romano, diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo, donde encontrará una espléndida colección de piezas que le ayudarán a comprender cómo era la vida cotidiana en una colonia romana.
En el centro de la ciudad se encuentra el Templo de Diana y el Arco de Trajano, una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad. Dé un paseo por las calles adyacentes y deténgase a descansar en uno de los bares o restaurantes de la Plaza de España. Entre los deliciosos platos locales se encuentran la cazuela de cordero, exquisitos quesos y el jamón ibérico.
Por la noche podrá visitar la Alcazaba morisca, un recinto fortificado rodeado de una gran acequia. En el patio de la fortaleza hay un tramo de la principal vía romana y restos de la muralla de la ciudad. En su interior hay un espléndido aljibe decorado con pilastras visigodas.
Desde aquí tendrá unas hermosas vistas sobre el río Guadiana, sobre el que hay varios puentes, entre ellos el puente de la Lusitania, un diseño moderno del arquitecto Santiago de Calatrava, y el puente romano, del que se dice que es el más largo que queda en España.